Él,
eleva su cadena
de música dorada
sobre la alfombra de ella.
Ella se lava la voz,
lo nombra limpia
y se teje una estrofa
para no helar las manos.
Él
nombra su cuerpo
entre candados nuevos
y no logra
ver la piel de sus razones.
Ella
lo piensa entre palabras
mientras ovilla la tarde
entre gatos hambrientos.
dana...
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